15.11.07

España, aparta de mí a este rey

España siempre me trae a la memoria los versos de Miguel Hernández, especialmente aquella elegía a Ramón Sijé, quien murió como el rayo en la guerra civil española. También rememoro los cantares de Antonio Machado, en cuyos versos cualquier ciudadano del mundo puede pronunciarlo como suyo.

En esas tierras, León Felipe quedó a la espera de que El Quijote le hiciera un sitio en su montura; las huestes fascistas dispararon contra el cuerpo de Federico García Lorca; mientras Dolores Ibárruri, La Pasionaria, en Madrid gritaba la consigna "No pasarán".

Siempre tengo presente el Guernica de Pablo Picasso, la poesía marinera de Rafael Alberti y las canciones amorosas de Joan Manuel Serrat. Eso me trae a la memoria ese país, así como los versos de España, aparta de mi éste cáliz, del poeta peruano César Vallejo, pero lo que no recordaba es que allí se vive aún bajo un sistema monárquico y que tienen un Rey que la única frase que se le ha visto pronunciar en más de 50 años es mandar a callar a un presidente que no es vasallo de ningún imperio.

El Rey Juan Carlos I de Borbón ha abierto la boca y los súbditos se han puesto de pie juntillas para defenderlo de sus ataques. Hasta una de las chicas de Almodóvar, Miguel Bosé -como diría Sabina-, se ha enojado con Hugo Chávez por su "comportamiento" -o controversia que nunca existió- para con el Rey.

Los medios privados, como era de esperarse, han tergiversado nuevamente los hechos y vanalizado el asunto como que si lo ocurrido se arregla con una lectura veloz del manual de Carreño antes de asistir a una reunión donde hay un jerarca al que todos deben rendirle pleitesía porque así lo quiso el general Francisco Franco.

Ese es el problema de sentarse en una misma mesa con un Rey que representa el colonialismo y, definitivamente, no hay otra manera de comportarse, si es que de comportamiento se trata, cuando hay que recordarle que nuestros pueblos han sufrido más de 500 años de saqueo y que no pretendan mantenerlo, porque "la cosa no es como antes", como reza una salsa de Ismael Miranda.

Tal ojeriza imperial en una cumbre no hizo más que poner al descubierto la verdad que se esconde tras sus sonrisas dignas de fotografías para la revista Hola. También se demostró lo que sabíamos, que el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, no es "socialista" ni "obrero", así su partido político enarbole dichas palabras, mucho menos cuando defiende a un fascista y guerrerista como José María Aznar y baja la cerviz ante su Rey.

España cayó a pesar de los versos de Vallejo; por Madrid pasaron los fascistas hace casi 70 años y echaron abajo la República española; mientras, el Guernica desde hace décadas se exhibe, por esas contradicciones ideológicas que nunca entenderemos, en el Museo Reina Sofía. Es por ello necesario recordarle a los respresentantes del colonialismo, así sean españoles, rey incluido, que en Latinoamérica las cosas están cambiando, por si no se han enterado.

Raúl Cazal

7 comentarios:

Anónimo dijo...

es lamentable que por estar en contra de la figura del jefe de estado muchos venezolanos aplaudan la postura de un "Rey",acaso no tienen en cuenta las raices, de toda la devastacion que produjo el proceso de "colonizacion" hay que ser bien malinche,apatria, falta de identidad nacional, eso demuestra que con tal de adversar al presidente hacen lo que sean...hasta defender lo indefendible!

Anónimo dijo...

Si el señor Chavez representa el cambio, yo estaría realmente acongojado ante la perspectiva del mismo.

Por cierto, Ramón Sijé murió "como del rayo", por circunstancias naturales.

Saludos.

Anónimo dijo...

el rey de españa es un sádico.

Raúl Cazal dijo...

banyú, no entiendo tu acongojamiento. ¿Será que en tu perspectiva no hay posibilidad de un cambio?

Anónimo dijo...

Sr. Raúl Cazal, permítame que le corrija en cuanto al párrafo que escribe sobre mi estimado poeta y paisano Miguel Hernández.

Ramón Sijé, a quien el poeta dedica esa hermosa elegía que usted menciona y en donde dice “En Orihuela, su pueblo y el mío, se me ha muerto como del rayo Ramón Sijé, con quien tanto quería”, murió en la nochebuena del año 1935, por lo tanto la guerra incivil española aún no había comenzado.

El propio poeta tampoco murió durante la guerra, fue hecho prisionero en el transcurso de la misma y murió en la cárcel de Alicante el 28 de marzo de 1942 (cuatro años después de terminada aquella). Enfermo, muy enfermo y en fase terminal, sus médicos solicitaron clemencia al dictador Franco para que muriera junto su mujer e hijo en su propia casa. Siempre le fue denegada esa clemencia por el tiranuelo fascista. Esa llamada de indulgencia también le llegó al criminal dictador desde muchos sectores internacionales —incluso se dice que del propio Pontífice de Roma— pero el dictador hizo oídos sordos a todas las llamadas de magnanimidad.

Al poeta no se le reconoció ninguna acción de sangre; no había sobre él causa en contra por ser autor de ninguna muerte; el poeta solamente tenía la palabra, una palabra española que dejó para la eternidad. Le recomiendo —caso de no conocerlo— su poema “Vientos del pueblo”, un canto a España y a sus hombres y mujeres; pero el poeta se declaró comunista; creía que el comunismo solucionaría la pobreza de tantos jornaleros mal pagados; analfabetos; hambrientos; míseros; olvidados de la justicia…; le recomiendo que lea, por favor, “El niño yuntero” (1937), y si hay algo que el fascista más teme es precisamente a la palabra.

Este escrito mío solamente tiene el fin de sacarle de ese pequeño error. Ni Ramón Sijé, ni el autor de “El labrador de más aire” murieron durante la salvaje guerra española; por eso, precisamente, la muerte del poeta aún duele más, porque su muerte fue una acción de regocijo por parte del déspota y canalla Francisco Franco, hijo de un proxeneta llamado “El chulo de la Bombilla”. Vea usted qué gran diferencia entre un personaje y otro. Uno, el poeta, fue un español que amaba a España y lo reflejó en sus hermosos versos; el otro, un rufián, hijo de otro rufián, que mantuvo a España sometida a su tiranía con la ayuda del nazi Hitler, del fascista Musolinni y de unos indeseables árabes que llevaba siempre a su alrededor como guardaespaldas conocidos como “la Guardia Mora”.

Anónimo dijo...

A ver, no nos pasemos.

Ha habido mucha polemica por aqui por el comentario del Rey. NO es cierto ni de lejos que todos le hayan aplaudido. Deberias mirar mejor la prensa. Si, estuvo fuera de lugar, sin dudas. Tambien estuvo fuera de lugar que Chavez NO dejase hablar a un presidente (como el, elegido democraticamente) y llamase fascista al anterior (que aun siendo de derechas, tambien lo fue).

Segundo, confundes los conceptos. Sabes que el Rey se lleva mejor con la izquierda española que con la derecha? Asi que imperialista vale, fascista?? No veo como. Otra cosa, si, el Guernica esta en el Reina Sofia. Porque Irónico? La monarquia no estuvo implicada directamente en la guerra civil. No representa el rechazo a la monarquia, asi que no hay contradiccion ideologica.


Tercero... Zapatero es fascista por defender a Aznar? Sinceramente, lo unico que me parece destacable del lamentable incidente, es que en ese momento ZP fue capaz de dejar aparte la guerra que se traen aqui en los periodicos españoles PSOE y PP, y fue capaz de responder elegante y educadamente.




Resumiendo. No confundas los terminos. El Rey hizo el imbecil, si. Estoy de acuerdo (me inclino a pensar que como humano, se vio afectado por motivos personales y se le fue la chaveta, que ya esta viejo. A ver si se muere y empieza la III Republica).

Pero Zapatero se comporto como un caballero, mientras que Chavez hizo uso de la demagogia barata. Si eso es lo que quereis alli... Desde luego, seguireis pasandolo mal.

Raúl Cazal dijo...

María, quién te ha dicho que nosotros la estamos pasando mal?

¿Quién confunde términos, conceptos y tiene grandes baches históricos sobre la guerra civil española?

Pero como definitivamente usted es docta en todos estos menesteres, ¿qué quiso decir con “demagogia barata”? ¿Acaso los “caballeros” no son los especialistas en el uso de éste término?