6.12.02

Pepe Rodríguez a secas

Pepe Rodríguez es un autor que incomoda. Sus libros son una afrenta para quien va dirigido y, sin embargo, piensa él, no se dan por aludidos. He aquí algunos de sus títulos más polémicos: La vida sexual del clero (1995), Mentiras fundamentales de la Iglesia católica (1997) y Adicción a sectas (2000). Fue así como entró en el temible índice del Opus Dei. Aunque le causa gracia a Rodríguez, para quienes pertenezcan a esta organización, todo lo que él escriba -así sea un recetario de cocina- está prohibido comprarlo y mucho menos leerlo. Pepe Rodríguez está prohibido a secas.

Sus libros bien podrían considerarse meramente comercial por como reza cada uno de sus títulos, pero si algo tiene Pepe Rodríguez es el resaltar que detrás de cada uno de ellos existe una ardua investigación periodística. “Mis libros son un camino. En la medida que lo voy escribiendo, voy cambiando. En ellos puedes encontrar diferentes niveles de lectura, diversas ópticas para que él lector se forme su propia opinión.”

-¿Por qué una persona que tiene por nombre Pepe, que es un nombre tan católico, se mete tanto con la Iglesia?

-Algún día le haré un homenaje a ese hombre que es el más maltratado en la historia de la humanidad. Considerado un cretino al margen de la realidad. Y un judío y varón, no podía estar al margen de su familia. Tengo esa deuda con este hombre.

-¿Te sientes orgulloso y muy a gusto con el nombre de Pepe?

-Es que si alguien me llama por José, ni me doy por enterado. Para mí es cualquier otra persona. Yo me identifico con Pepe y estoy haciendo los trámites para que en mi pasaporte y en mis documentos legales aparezca él nombre con el que me siento identificado y no, José, como lo tengo hasta ahora.

-Si uno no conociera al autor, llegaría a creer que es un seudónimo donde están amparados un grupo de escritores. O como el caso de Isaac Asimov, que firmaba libros que otros escribían.

-Se que eso existe y me parece deleznable. Yo solo justifico que otros te ayuden en las investigaciones y que le aporten a uno, como escritor, resultados. Pero en mi caso no es así, porque escribo lo que me interesa y porque parten de una curiosidad extrema. Al querer entenderlo todo me pongo en un fregao (sic) porque si quiero comprender un comportamiento tengo que tener una base en sicología o en sociología para poder tener una idea clara de los tipos de conductas.

-Eso convierte a Pepe Rodríguez en un renacentista, que así como se era escritor, también la persona era químico, matemático, filólogo y astrónomo.

-En aquel tiempo era más sencillo, porque se podía saber casi todo, pero hoy, por más que quieras, te das cuentas que es imposible.

-La curiosidad extrema llevó, en esa época, a que una persona realizara estudios diversos.

-A mí en lo particular me gustan comprender tres o cuatro cosas. Por ello, mis libros están sumamente documentados y es por una sencilla razón: no me gusta quedarme en la superficie. A mí no me interesa el relato sino el haber comprendido el fondo del asunto.

-¿Para una persona reconocida es muy fácil conseguir las fuentes?

-No siempre. Muchas veces, más bien, se te cierran las puertas de adelante, pero uno siempre consigue entrar. Así sea por la de atrás. Siempre hay una puerta que se te abre.


El silencio de la Iglesia

-¿Pederastia en la Iglesia católica (2002) lo empezó a escribir a raíz de los escándalos con los sacerdotes en Estados Unidos de América?

-Realmente ya lo había tocado en mis libros anteriores y era una puerta que había dejado abierta. El hecho de que hayan aparecido recientemente en la prensa de Estados Unidos casos de pederastia no es nada nuevo. Ya existía con anterioridad sentencias judiciales a sacerdotes sobre estos delitos, pero la gran prensa no había querido mostrarlo a la luz pública. Y lo escribo porque eso sucede no solo en Estados Unidos. No vayamos a ilusionarnos que los pervertidos sólo existen en ese país. También hay casos en España, Francia, como en Venezuela o cualquier parte de América Latina. No nos creamos unos santos. Y esto sucede esencialmente porque existe una complicidad de la cúpula de la Iglesia que no quiere admitir que dentro de sus clérigos hay faltas graves, que afectan la dignidad del hombre y sobre todo del creyente, porque de quienes han abusado y violado, esencialmente, es a personas muy católicas que han depositado su confianza en su guía espiritual y que al traste, más bien es un delincuente, un corrupto.

-¿Ha logrado que los implicados en sus libros hayan cambiado?

-Definitivamente, no. Ellos son patológicamente prepotentes. Hagas lo que hagas y digas lo que digas, para ellos, uno está equivocado porque en ellos no hay posibilidad de equivocación. Especialmente para este Papa y por el prelado impuesto por él, que consideran que mis líneas son un pecado, una traición a los textos evangélicos. Pero a mí eso no me preocupa, sino mas bien el encubrimiento y la vista gorda que han hecho las cúpulas de la Iglesia sobre estos actos criminales.

-¿Quiénes son los que te han escuchado y han cambiado?

-Con el último libro, Morir es nada (2002), han cambiado quienes lo han leído. Es decir, aquellos que estando al borde de la muerte han comprendido que no es necesario tanta angustia ni drama por este hecho natural. Al final, todos morimos. Lo importante es prepararnos para este evento que nos llega a todos por igual. Pero no sólo debe preparase quien está esperando su turno, sino también quienes le acompañan.

-¿Y por qué esa necesidad de prepararse para la muerte?

-Porque sencillamente no hemos aprendido a vivir. Muestra de ello es que lo hemos desmejorado todo.

-Quién más lo ha escuchado.

-Los antropólogos y los sociólogos consideran que Dios nació mujer (1999) es un clásico. Los utilizan en sus clases como referencia obligada. Algunos se han preguntado más de una vez por qué a ellos no se le ocurrió tratar ese tema si era muy evidente. Y no es un tema metafísico, sino cultural. He investigado las culturas, el lenguaje, los mitos y ritos para entender la deidad y por qué se arrebata la visión de Diosa hace miles de años para ser reemplazado por la de un varón. También los psiquiatras utilizan como libro de texto para impartir sus clases Adicción a sectas y para comprender el complejo mundo de la adicción.

-Pero la Iglesia no te reconoce nada a pesar de las denuncias que escribes en tus libros.

-La Iglesia está muy lejos de reconocer muchas cosas que son evidentes. De hecho, quienes me han excomulgado no han leído ni una línea de mis libros. Pero cuando te hablo de la Iglesia, estoy haciendo referencia a sus líderes, a la elite, porque una buena parte de mis lectores son católicos, inclusive muchos sacerdotes han leído mis libros y me escriben para señalarme algunas consideraciones o para compartir información porque, en definitiva, yo no tengo una postura anticlerical sino que analizo lo que sucede en la Iglesia desde una postura externa pero con un gran conocimiento de lo interno.

-¿Qué ha logrado con esta postura crítica?

-Hasta el momento nadie se ha sentado a debatir conmigo para decirme que no tengo razón. Lamentablemente la cúpula de la Iglesia católica lo que ha hecho es actuar como una mafia para que mis libros no se conozcan pero por suerte no han tenido éxito.

-Y además, logró que un sacerdote le escriba el prólogo de Pederastia en la Iglesia católica.

-Cuando escribía el libro, supe de la honestidad del Padre mexicano Alberto Athié que fue desterrado de su comunidad por intentar que se diera a conocer al más importante de los pederastas de la Iglesia: el fundador de “Los legionarios de Cristo”. Ese individuo abusó de decenas de seminaristas hace muchos años y hoy sigue sin existir castigo gracias a la bendición del Papa.