29.3.11

El miedo de los medios de comunicación

Por Raúl Cazal


Una de las frases manidas por los políticos de oposición venezolanos es que en el país se gobierna bajo un sistema dictatorial que trasgrede uno de los derechos humanos fundamentales: la libertad de expresión. Esta denuncia se hace airadamente a través de los medios de comunicación privados y públicos en cualquiera de sus modalidades: impreso, radio y televisión. También en internet, aunque allí el desvarío es mayor.
A principios de 2011 una “novísima” organización política llamada Alianza por la Libertad de Expresión leyó un comunicado ante los medios televisivos Globovisión, Televen, Canal i y Venevisión y el circuito Unión Radio en donde presentaba unos supuestos 1.777 casos que vulneraban la libertad de
expresión en estos últimos ocho años, pero “sin una sola noticia censurada”, escribió en su columna dominical Eleazar Díaz Rangel [1].

20.3.11

“Inventé un Marx para mi propio uso”

Entrevista con Juan Barreto


Por Raúl Cazal


Entre guacamayas reales y de madera, Juan Barreto Cipriani fijó su residencia desde hace casi una década en Prado de María (El Cementerio) después de haber vivido buena parte de su vida en El Valle, en donde comenzó su militancia con apenas 14 años de edad en las filas del Partido Revolucionario de Venezuela, mejor conocido por sus siglas: PRV. Allí no duró mucho tiempo debido a que sus amigos se encontraban en la Liga Socialista y cambió inmediatamente de partido.

En las discusiones siempre va tomado de argumentos sustraídos de las lecturas del “pana Marx” y del “camarada Lenin”, como suele mencionarlos siempre con una sonrisa de cómplice. Llegó a ser dirigente estudiantil en la educación media y, más tarde, en la UCV, fue el principal redactor del manifiesto “Los estudiantes tomamos la palabra” que dio inicio a la creación del Movimiento 80.

18.3.11

Valijas made in USA


Los que abrieron la “valija diplomática” del gobierno de Estados Unidos en Argentina no tuvieron la misma suerte que María del Luján Tepuk —la que “descubrió” la del venezolano Antonini Wilson—, porque en lugar de recibir propuestas para salir en la revista Playboy, como sucedió con Luján, han sido sometidos al escarnio público por el emporios comunicacionales de Clarín y el periódico La Nación.

Estos medios de comunicación se plegaron a la postura del Gobierno estadounidense una vez que se enteraron que las autoridades argentinas habían revisado las cajas —lo que eufemísticamente se llama “valija diplomática”— en las cuales Estados Unidos pretendía introducir de manera subrepticia casi mil pies cúbicos de material que no figuraba en la declaración de ingreso a ese país. El canciller argentino Héctor Timerman aclaró que todo lo que estaba detallado en la lista de ingreso al país, recibió la autorización de entrada. Sólo retuvieron los “armamentos, drogas psicotrópicas y estupefacientes, así como varios elementos de almacenamiento de datos rotulados como secretos, instrumentos para el control de comunicaciones y emisiones de señales, y manuales operativos” que no fueron avisados oficialmente, así como “un baúl con medicamentos vencidos”.