30.9.12

Escenarios de una elección anunciada

A principios de la semana que pasó iba a entrevistar a un supuesto especialista en elecciones que acaba de publicar un libro para “explicar” por qué vota la gente. Él doctor en ciencias políticas no acudió a la entrevista. Adujo enfermedad repentina y me quedé con las preguntas después de haber leído su libro.

Este fin de semana unos articulistas de opinión publicaron sus análisis en Últimas Noticias y El Nacional (supongo que otros también lo harían en otros medios de comunicación privados) que mantienen la misma tesis del autor antes “no mencionado” e idéntica metodología: utilizar porcentajes para decir que Chávez ha bajado en la preferencia del electorado.


Estos artículos de analistas de oposición me hizo revisar los números históricos de las elecciones realizadas en Venezuela desde 1998, cuando aparece Hugo Chávez en la escena electoral hasta las parlamentarias de 2010 e hice unas proyecciones para 2012. El análisis que presento a continuación tiene como base los datos oficiales suministrados por el Consejo Nacional Electoral (CNE).

En 1998, la oposición se unió en la figura de Henrique Salas Romer para evitar el triunfo de Hugo Chávez. Este último obtuvo 3.673.685 votos (56%), mientras Salas Romer, 2.860.463 (44%). Dos años después, en 2000, para la relegitimación de los cargos públicos, Chávez logra 3.757.773 (60%) y la oposición, 2.530.795 (40%).

En el referendo revocatorio de 2004 Chávez baja el porcentaje a 59, pero gana con 5.800.629. Es decir, su apoyo aumenta con 2.042.856 respecto al año 2000, aún bajando un punto de porcentaje. Ahí empieza la ilusión óptica de la oposición que obtiene 3.989.008 de votos (41%). La abstención fue de 30% en esta ocasión.

En la reelección de 2006, Chávez gana con 7.309.080 votos (63%) y la oposición unida con el candidato Manuel Rosales, 4.321.072 (37%). La abstención bajó a 25%, el más bajo históricamente en estos 14 años de elecciones. Chávez suma 1.508.451 votos. La oposición también logra un apoyo adicional de 332.064 aumentando de su última votación 8%.

En el referendo por la Reforma Constitucional en 2007, en donde el chavismo perdió por apenas 116.868 votos, si bien porcentualmente hay una merma para Chávez, también lo es en caudal de votos que baja 4.404.626 (49% de la votación). Sin embargo, el aumento de la oposición respecto a la anterior elección fue de 105%, con 200.422 votos adicionales, para tener un total de 4.521.494 (51%). La abstención fue de 44%.

En el referendo por la Enmienda Constitucional en 2009 gana el chavismo con 6.319.636 votos (55%) y la oposición aumenta un 15%, respecto a la elección anterior, al obtener 5.198.006 votos (45%). En esta votación la abstención bajó a 30%.

Podría considerarse que estos 6.319.636 de electores que votaron a favor de la Enmienda que permite reelegir a quienes ocupen cargos sometidos a elección popular, es el “voto duro” del chavismo, como llaman algunos analistas, puesto que estos aprobaron la reelección del Presidente, entre los demás cargos públicos.



Esta cantidad de votos ni siquiera fue superada por los opositores en las elecciones parlamentarias, que aunque es una elección regional, en la que el chavismo de base se abstuvo en la votación para elegir diputados como una forma de crítica a la gestión regional o a la escogencia de los candidatos que fueron elegidos en una primarias.

Sin embargo, la oposición aumentó su votación en la totalización nacional, aunque decreció porcentualmente a pesar de que se le suma la del partido Patria Para Todos (PPT), que se asumía como una tercera opción diferente al chavismo y a la oposición. Actualmente, este partido apoya a Chávez en las presidenciales de 2012, así como el partido Podemos. Pero dejamos históricamente como números a favor de la oposición. Este fue el resultado de las parlamentarias: el chavismo 5.423.324 votos y la oposición 5.877.646.

Con esta votación la oposición llega a su tope histórico: 5.877.646 votos (con la salvedad de que incluimos los votos que le proporcionó PPT y Podemos). El detalle es que está por debajo del logrado por el chavismo en la Enmienda Constitucional, de 6.319.636 votos. La abstención en las parlamentarias de 2010 fue de 34%.

El presidente Chávez ha dicho que lo que hay que derrotar es la abstención, puesto que es en las filas del chavismo es donde se ha expresado más fuertemente. Los datos antes expuestos confirman esta tesis, mientras que la oposición ha aumentado y, sin duda, ha llegado a su tope, pero también es de considerar que ha decrecido: en la Enmienda logró 15% de aumento –respecto a la votación de la Reforma Constitucional–, y en las parlamentarias de 2010, 13%, respecto a la de la Enmienda.

Con el retiro de apoyo político que ha sufrido la oposición de pequeños partidos, entre ellos PPT y Podemos, y de dirigentes regionales de los partidos tradicionales una vez conocido el paquete de medidas neoliberales que pretenden implantar si logra la victoria Henrique Capriles Radonski, además de las rencillas internas. La crítica más recurrente es la soberbia de los dirigentes del partido de derecha Primero Justicia que no escuchan opiniones de sus aliados.

Bajo estas circunstancias, proyectamos un aumento de la oposición de 5% con el criterio de que ha tenido las deserciones antes mencionadas y que el mínimo que ha aumentado en las últimas 3 elecciones fue ese porcentaje en la Reforma Constitucional. La proyección sería de 6.171.528 votos en la elección presidencial de 2012 y es menor a la obtenida por el chavismo en la Enmienda, 6.319.636 votos.

El Registro Electoral para estos comicios es de 19.119.036 electores y se estima que la abstención llegaría al 20%, es decir, que votarían 15.295.229 venezolanos y venezolanas. Esto daría un estimado de 9.123.701 votos (60%) para Chávez y la oposición de un 40%.

Pero si la abstención del electorado es de 25%, que es el más bajo históricamente en estos 14 años de elecciones, en la elección presidencial de 2006, Chávez obtendría este 7 de octubre: 8.167.749 votos (57%); mientras que con 30% de abstención obtendría un apoyo de 7.211.797 (54%).

Con estos escenarios se podría concluir que la primera opción (de 20% de abstención), se acercaría la encuestadora IVAD, con 18,1% de brecha a favor de Chávez. Mientras que Hinterlaces, Consultores 30.11 y GIS XXI, con una brecha de 16%, 15% y 14%, respectivamente, se lograría si hay un 25% de abstención. Datanálisis estaría en el escenario de un 30% de abstención, según su resultado de 10,4% de brecha a favor de Chávez, de su última medición realizada hasta los primeros días de septiembre.

El director de Hinterlaces, Oscar Schémel, ha afirmado que la valoración de la gestión de gobierno coincide históricamente con la votación real. En el estudio realizado por su empresa la gestión del presidente Chávez es valorada positivamente por el 65% de los encuestados, lo que se acercaría al escenario de 20% de abstención del electorado y con una victoria del presidente Chávez que rondaría los 9 millones de votos. 

La oposición hasta ahora no ha pensado que esto ocurra porque están imbuidos en una sensación de triunfalismo, que sólo ellos creen, sin basamento científico –descreen de las encuestas que los dan como perdedores–, pero que también sorprendería al chavismo aunque su esfuerzo ha estado centrado en bajar el abstencionismo, en respaldo a las gestiones sociales que ha profundizado en estos últimos seis años el Gobierno Bolivariano, a pesar de las adversidades climáticas que atendió inmediatamente, de situaciones sociales que aún no han sido resueltas –como la seguridad– y de gerencia y planificación –como los cortes de electricidad en diferentes regiones del país–, entre otras. Y sobre todo, que ha tenido que enfrentar a campañas de guerra sucia y desinformación de los medios privados de comunicación nacionales e internacionales.

Raúl Cazal

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